viernes

TRIBUTO AL SÉPTIMO ARTE

Pensaba escribir para este domingo un tributo a Igmar Bergman pero con el paso de los días, todo se volvía algo inestable, entonces retrocedí y opte por hacerle un homenaje al cine y a sus pioneros, aquellos que sentaron la base de ese séptimo arte incipiente. Aquellos que fueron el cimiento para que directores como Bergman pudieran explorar el magnífico mundo del cine
Historiadores y teóricos del cine están de acuerdo en considerar la época de los pioneros (aproximadamente desde 1895 a los primeros diez años del 1900) como una fase de descubrimiento y definición de una técnica reproductiva. La técnica de filmación era frontal, sin articulación de planos ni variación de ángulos, lo que es llamado habitualmente como un modo de representación primitivo (MRP). El descubrimiento de la técnica fue esencial para el desarrollo de lo que vendría luego. Mi agradecimiento eterno a los Hermanos Lumiére, a Mélies por su interés en indagar sobre las posibilidades que podían establecer una cierta cantidad de fotogramas dentro de la linterna mágica. Y con ellos comienza una gran cadena de agradecimientos que continúan hasta el día de hoy.
A partir del descubrimiento de la técnica, aparece en la década de 1910, David W Griffith, el nombre que le dio forma a los procedimientos técnicos. Fue quien realizó una organización lógiconarrativa de los planos, permitiendo hablar así de un nacimiento del lenguaje cinematográfico, para poder mostrar otras de las tantas posibilidades que ofrecía el cine. Ya no sólo se mostraban imágenes, sino que se contaba una historia. Naturalmente, el cine llegó a estos resultados no sólo al trabajo de Griffith: fueron necesarios el trabajo, la dedicación y la experimentación de muchos, consiguiéndose así diversos resultados parciales que, convirtiéndose en patrimonio común, aceleraron la formación de un nuevo lenguaje. Mi homenaje a ellos que sentaron la forma de un modo de representación institucional (MRI) que luego iría a ser interceptado por las Vanguardias Históricas.
En Europa a partir de la década de los años diez, y con mayor intensidad durante la década de los años veinte, se desarrolló una compleja interacción entre cine y vanguardias artísticoliterarias que dio como resultado una nueva forma de hacer cine.
Quiero citar en este humilde articulo a la película “El gabinete del Dr. Caligari” (1919) de R Wiene que basado en una estética expresionista logró crear una estilo único que se conoce como expresionismo alemán. “El acorazado Potemkin” (1926) de Eisenstein muestra la elaboración de una especie de gramática de la comunicación visual basada esencialmente en el montaje, los cineastas rusos participaron en un movimiento político que creía en la posibilidad de liberar el arte de las condiciones de incomunicación y aislamiento en que lo había colocado la cultura burguesa, para convertirlo en uno de los elementos propulsivos de una nueva sociedad. Eisenstein creía que su rigurosa planificación desde el montaje podía influir en la mente del espectador, lo que se llama teoría del montaje intelectual.La técnica- la imagen- el silencio- la narración- la vanguardia, palabras esenciales que ayudan a mostrarnos todo lo que podemos ver hoy.
Si usted ya tomó parte de su tiempo para leer el artículo y llegó hasta este párrafo, tómese unos minutos o si quiere unas horas o el tiempo que lo desee e indague sobre lo que le estuve comentando. En internet y en unos pocos minutos, gracias
www.youtube.com (También en algunos de los video clubs de la ciudad ) puede explorar el nacimiento del cine, el trabajo de sus pioneros y la realidad que ellos procrearon..Le aseguro que lo que va a ver es fascinante. (No me hago cargo de las posibles adicciones)
Infinitamente agradecida, rindo un homenaje al arte que se apropió de mis días.

sábado





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“Infinita tristeza late en mi corazón/ infinita tristeza escaldada pasión/ infinita pobreza tu sombra en la pared/Infinita tristeza viento de Washington”
Manu Chao

Creo que este artículo no merece un título. Iba a escribir sobre este tema el 24 de marzo, con respecto al comienzo de la dictadura militar de 1976 pero me pareció una pavada hacer eso. Eso es lo que pasa siempre, hay determinados temas de lo que sólo se habla en determinadas ocasiones, en fechas dedicadas a su conmemoración. La semana pasada sentada en el piso de la facultad volví a ver colgada una foto de Julio López, dos días más tarde en el trabajo un compañero llevó un panfleto sobre la reconstrucción del centro clandestino de tortura, “El atlético” y el jueves vino Manu Chao a refrescarme los pensamientos con su visita por Buenos Aires, demasiados motivos para que hoy escriba sobre nuestra realidad.
Estaba en pleno recital de Manu Chao cuando de repente reaccioné por un tema que cantó, que a pocos metros donde nos estábamos divirtiendo nosotros había funcionado un centro clandestino (la ESMA)y como consecuencia me sentí mal, con una impotencia y un rencor impresionante y me sentí aún peor cuando recapitulé que es siempre mediante alguna manifestación artística cuando yo reflexiono sobre la realidad. Son las únicas que me ayudan a no olvidar en qué sociedad estoy viviendo. Las únicas que me ayudan en mi lucha por no convertirme en una joven burguesa preocupada porque no llegó a comprarse nada esta última liquidación.
Me tuvieron que robar dos nenes en pleno centro porteño para empezar a ver a todos los chicos que, como sociedad, fuimos abandonando permitiendo que duerman en las calles y que se droguen porque no pudieron conseguir un techo o algo para comer. Les impusimos ese lugar desde que nacieron. Dejamos que se eduquen en la calle y que mueran por la droga.
Tuvieron que suceder cosas como la desaparición de Julio López, cuando ya creía que vivíamos en una sociedad libre de asesinos, se tuvo que producir una amenaza de bomba en el museo MALBA que no dejó que se estrenara la película “Gaby, la montonera” sobre la historia de la dirigente de Montoneros Norma Arrostito, protagonizado por Julieta Díaz, donde la proyección fue interrumpida por la Policía después de mencionar , según fuentes de la organización, una serie de "desperfectos técnicos" que impedían su continuidad.
Otra vez más me desilusiono. Me engañaron. Yo misma me engaño creyendo que la represión ya terminó. El pasado está más presente que nunca. Ellos caminan por estas calles con total impunidad, a la gente se la sigue tragando la tierra (por tortura, por prostitución o por venta de órganos) y yo, más egoísta que nunca, no hago nada. Somos culpables, somos totalmente responsables de lo que nos sucede como sociedad. “Asesinos de conciencia devuélvanos la primavera” dijo Manu Chao mientras daba su recital, no dejemos que se apropien de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos más profundos.
Si es necesario volver a ver aquella película o escuchar esa banda o leer aquel libro que te reviva la conciencia. Hacelo! Hagamos algo para recuperar nuestra conciencia social y así poder ayudarnos entre nosotros, nuestros hermanos nos necesitan y nosotros a ellos. Por nosotros, por nuestras generaciones futuras, hagamos algo.”Algún día volverá la primavera, y el imperio caerá”

domingo


HITCHCOCK: EL MAESTRO DEL SUSPENSE

"Existe algo más importante que la lógica: la imaginación"
Alfred Hitchcock


Hablar del Sr Hitchcock no es tarea fácil, dado que es uno de los grandes maestros del cine. Hitchcock es aquel hombre que ha filmado mejor el miedo, aquel que supo diferenciar la sorpresa del suspenso con una categoría inigualable.
Según él, los momentos privilegiados de una película son aquellos que la memoria retiene, entonces las suyas son obras privilegiadas, basta con cerrar los ojos para recordar desde el comienzo cada una de sus películas que vi. Desde los títulos Hitchcock cuenta cómo va a ser su película. ¿Quién no recuerda el trabajo que realizó Saul Bass al diseñar los títulos de “Vértigo”? Es como si la película te estuviese atrapando con la imagen, algo fascinante que ocurría a mediados de los 50.
Hitchcock comienza haciendo cine mudo, que según él, es la forma más pura de hacer cine, en Inglaterra donde luego filmaría su primara sonora, hasta que en 1937 visita con su familia Nueva York para entrevistarse con el productor de "Lo que el viento se llevó”. Las condiciones del productor convencen a Hitchcock y se traslada junto a su familia a Estados Unidos en 1939.
En Hollywood comienza, para mí, la mejor parte de la carrera del Sr. Hitchcock, creando obras primas como “La soga” (1948) “La ventana indiscreta” (1954) “Vértigo” (1958), “Psicosis” (1960), “Los pájaros” (1963) entre otras. Con estas películas Hitchcock marca a la historia del cine y sus realizaciones sirvieron de referencia a muchos directores. Basta con ver un capitulo de Los Simpsons para ver la cantidad de citas en homenaje a Hitchcock que hay y cómo influyó sobre la carrera de Matt Groening . Nadie antes y desde entonces pudo filmar el suspenso mejor que él. Truffaut con mucha razón, dice al respecto :”No se contentó con practicar un arte, sino que se empeñó en profundizarlo, en escapar a sus leyes”
Hitchcock deja en claro que no le interesa filmar cosas que se pueden encontrar todos los días "Un buen drama es como la vida, pero sin las partes aburridas".y que tampoco le importa le verosimilitud de los hechos. En el gran libro de Truffaut “El cine según Hitchcock” durante la entrevista, el director dice con respecto a la verosimilitud: “En la escena del bar, en la película “Los pájaros” entre la cantidad de gente que se encuentra ahí, hay una mujer con boina en la cabeza, que es precisamente una especialista en pájaros, una ornitóloga. Está ahí por pura coincidencia. Naturalmente habría podido rodar tres escenas para hacerla llegar de forma verosímil, pero éstas no tendrían ningún interés” Para Hitchcock hacer una película es un juego entre tres: el director, el público y el material
Hitchcock nos enseñó la diferencia entre 15 segundos de sorpresa y 15 minutos de suspenso. Él pone el siguiente ejemplo: “Hay una bomba debajo de la mesa, no sucede nada en especial y de repente: BUM! La explosión. El público queda sorprendido. En cambio si sucedería esto: La bomba está debajo de la mesa y el público lo sabe, probablemente porque vio que el anarquista la ponía. El público sabe que la bomba estallará a la 1 y sabe que es la 1 menos cuarto (hay un reloj en el decorado) La misma conversación anodina se vuelve de repente muy interesante porque el público participa de la escena”Hacer un comentario sobre cada uno de sus películas sería inútil, a Hitchcock hay que verlo y no leerlo para entender por qué se lo llama el maestro del suspenso. La próxima vez que usted tenga ganas de sentir miedo y taparse la cara para intentar no ver, alquile una del Sr. Hitchcock y comprenderá mis admiraciones hacia él