Si usted busca la definición de arte en una enciclopedia se encontrará algo parecido a esto: “cualquier actividad humana cuyos resultados y proceso de desarrollo pueden ser objeto de juicio estético”. Aunque la definición no sea errónea, sí puede ser considerada incompleta.
Supongo que nadie en el siglo XIX podía llegar a imaginar que una rueda de bicicleta montada sobre un banco o una alfombra de caramelos dentro de un museo podían llegar a ser considerados arte. La palabra arte entendida como “arte estético” resulta, pues, inadecuada e impropia.
El concepto de arte no es ni universal ni eterno, cambia según las culturas y los tiempos históricos. Además, para entender el significado de las obras se requiere de ciertas herramientas, ciertos códigos…cómo hace uno para entender las pinturas del Quatroccento si no es católico o, en la actualidad, cómo se entiende que un secador de botellas sea considerado arte si nunca escuchamos hablar del dadaísmo o de Marcel Duchamp. Entonces, ¿Qué es arte? ¿Cuándo hay arte? ¿Cuándo algo tiene derecho a ser considerado arte?
Hay teorías desde la antigua Grecia que proponen una definición del concepto de arte. En la antigüedad, el rasgo distintivo del arte era que representara o reprodujera la realidad. Platón en sus escritos trabaja con el concepto de arte como mímesis (imitación) de la realidad y llega a manifestar sus deseos de expulsar a los artistas de las pólis porque consideraba que el pintor no era creador sino que era imitador de lo que los demás producían. A causa de esto, no sabía nada sobre el objeto que estaba pintando y, de este modo, sus obras corrompían el pensamiento de las personas que las veían, salvo que éstas tuvieran el antídoto: el conocimiento del origen de dicha obra. Esta definición del arte como imitación de la realidad vuelve con el hiperrealismo en los años ´60.
Durante el Renacimiento lo que era considerado arte tenía que encaminarse hacia una belleza única. Alberti exigía al pintor que todas las partes de la obra produjeran belleza.
Luego, en la modernidad, se consideró que el rasgo distintivo del arte era la expresión, pero con esta determinación; qué lugar ocuparía todo arte conceptual y racional.
En fin, como decía al comienzo, no hay una definición concreta para la imprecisa noción de arte. El arte es todo aquello que proporciona un alimento espiritual, aquello que llena el alma o deja a uno levitando por un largo tiempo. O no. Haga su propia experiencia, encuéntrese con el arte, contemple, goce, reniegue y reflexione.
“La experiencia del arte es algo enteramente individual, como la del amor o la soledad. Una flecha que lanza un individuo al poner en obra una propuesta, y que sólo llega a su destino si algunos de sus sentidos alcanzan a otro individuo, que se apropia de ellos y los recrea. Sólo entonces da la flecha en la diana. Lo demás es mediación: a veces una auténtica barrera, otras realmente iluminadora” José Jimenez
Supongo que nadie en el siglo XIX podía llegar a imaginar que una rueda de bicicleta montada sobre un banco o una alfombra de caramelos dentro de un museo podían llegar a ser considerados arte. La palabra arte entendida como “arte estético” resulta, pues, inadecuada e impropia.
El concepto de arte no es ni universal ni eterno, cambia según las culturas y los tiempos históricos. Además, para entender el significado de las obras se requiere de ciertas herramientas, ciertos códigos…cómo hace uno para entender las pinturas del Quatroccento si no es católico o, en la actualidad, cómo se entiende que un secador de botellas sea considerado arte si nunca escuchamos hablar del dadaísmo o de Marcel Duchamp. Entonces, ¿Qué es arte? ¿Cuándo hay arte? ¿Cuándo algo tiene derecho a ser considerado arte?
Hay teorías desde la antigua Grecia que proponen una definición del concepto de arte. En la antigüedad, el rasgo distintivo del arte era que representara o reprodujera la realidad. Platón en sus escritos trabaja con el concepto de arte como mímesis (imitación) de la realidad y llega a manifestar sus deseos de expulsar a los artistas de las pólis porque consideraba que el pintor no era creador sino que era imitador de lo que los demás producían. A causa de esto, no sabía nada sobre el objeto que estaba pintando y, de este modo, sus obras corrompían el pensamiento de las personas que las veían, salvo que éstas tuvieran el antídoto: el conocimiento del origen de dicha obra. Esta definición del arte como imitación de la realidad vuelve con el hiperrealismo en los años ´60.
Durante el Renacimiento lo que era considerado arte tenía que encaminarse hacia una belleza única. Alberti exigía al pintor que todas las partes de la obra produjeran belleza.
Luego, en la modernidad, se consideró que el rasgo distintivo del arte era la expresión, pero con esta determinación; qué lugar ocuparía todo arte conceptual y racional.
En fin, como decía al comienzo, no hay una definición concreta para la imprecisa noción de arte. El arte es todo aquello que proporciona un alimento espiritual, aquello que llena el alma o deja a uno levitando por un largo tiempo. O no. Haga su propia experiencia, encuéntrese con el arte, contemple, goce, reniegue y reflexione.
“La experiencia del arte es algo enteramente individual, como la del amor o la soledad. Una flecha que lanza un individuo al poner en obra una propuesta, y que sólo llega a su destino si algunos de sus sentidos alcanzan a otro individuo, que se apropia de ellos y los recrea. Sólo entonces da la flecha en la diana. Lo demás es mediación: a veces una auténtica barrera, otras realmente iluminadora” José Jimenez
3 comentarios:
Car te felicito me gusta mucho tu blog..
un besoooo grandee
la otra car jajaj
saludos a sofi
Excelente tu punto de vista.
De dónde has sacado el comentario de Jiménez ?
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