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TIEMPOS MODERNOS

Lo que nos diferencia de los animales es la capacidad de producir nuestros medios de vida, nuestra vida material, que es lo que manifiesta lo que somos concretamente. Utilizamos nuestras fuerzas de producción para la satisfacción de necesidades básicas, que en cuanto se satisfacen, surgen nuevas necesidades originadas gracias al mundo en el que vivimos.

Para lograr acumulación de capital, para generar así mayor producción se implementaron distintos métodos. Entre ellos la división del trabajo. Gran hallazgo del capitalismo
En “Tiempos Modernos” Charles Chaplin en una producción increíble de 1936 nos muestra claramente cómo funciona esta división del trabajo entre lo intelectual y lo manual y cómo se produce la alienación del hombre bajo el sistema Taylorista.
Charles Chaplin interpreta a un obrero, cuyo trabajo consiste en atornillar dos tuercas a la vez a gran velocidad, la cual no lo deja ni siquiera sacarse una mosca de la cara porque pierde el ritmo de trabajo. Esto le produce un tic nervioso que lo hace llegar a la locura. Comienza a ejecutar la acción dentro y fuera del trabajo con objetos y personas. Por esta razón es llevado al manicomio. Cuando sale, debido a una confusión le toman por líder comunista de una manifestación y es encarcelado. Al recuperar la libertad, un ministro le consigue un trabajo en un barco, pero el primer día, hunde un barco y se hace detener para volver a la cárcel, donde se encontraba más seguro, que viviendo libremente. En su camino a la cárcel choca con una joven huérfana y después de varios encontronazos, decide empezar a trabajar para poder irse a vivir con la chica. Le dice a ella que ya ha encontrado una casa para los dos. Al finalizar encuentra trabajo en una fábrica, y tiene la esperanza de poder encontrar una casa mejor. Los obreros de la fabrica se ponen en huelga y en la manifestación Charles vuelve a ir preso.
El final de la película, es un característico final “feliz” de esos tiempos, que nos muestra la otra cara del capitalismo, donde triunfar se convierte en otra típica historia de la cultura de masas.
Existe otra forma de vender nuestras fuerzas productivas. Que el primero de mayo no sea un feriado dominguero sino un día de conmemoración a todos aquellos compañeros que fueron asesinados por defender sus derechos y de reflexión acerca de nuestra situación actual como trabajadores.

1 comentario:

Unknown dijo...

Tiempos modernos en clave marxista, un texto necesario siempre, pero más aún en la coyuntura política actual. ¡Gracias por llamar a la reflexión sobre la lucha de los trabajores!