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Feriado para la reflexión.

Se conoce como Revolución de Mayo a la serie de eventos que sucedieron en mayo de 1810 en la ciudad de Buenos Aires, por aquel entonces capital del Virreinato de Río de la Plata, dependencia colonial de España. La Revolución de Mayo inició el proceso de surgimiento del Estado Argentino sin proclamación de la independencia formal, ya que la Primera Junta no reconocía la autoridad del Consejo de Regencia de España en Indias, pero aún gobernaba nominalmente en nombre del rey de España Fernando VII.
Los acontecimientos de la Revolución de Mayo se centraron en una semana conocida como la Semana de Mayo, transcurrida entre el 18 que fue cuando se confirmó de manera oficial la caída de la Junta de Sevilla, hasta el 25 de mayo.
Antes de comenzar a explorar la relación de este acontecimiento con la producción artística nacional, quiero destacar la magnitud y lo que significó para todos los habitantes del territorio argentino que se produjese la revolución.
La historia de la humanidad distingue tres tipos fundamentales de formas de explotación del hombre por el hombre: la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo. El Virreinato es un feudalismo adaptado a América que se instauró después de 1492 después del “descubrimiento” de América.
Depende de que punto de vista, la llegada de los españoles puede ser un progreso o un genocidio, si tenemos en cuenta que la conquista significó la destrucción física de la mayoría del pueblo indígena, además de las enfermedades o epidemias fue una verdadera desestructuración social, familiar y cultural. Aunque algunos pueden ver la conquista como un “encuentro de culturas”, que en los hechos significó la aniquilación de pueblos y naciones americanas. Tomando a Azcuy Ameghino lo considero como una verdadera catástrofe demográfica.
La conquista fue en primer lugar un robo, saqueo, de todas aquellas riquezas palpables de los pueblos americanos, y en segundo lugar, luego del “descubrimiento” y en base a los derechos de la conquista comenzó la repartición y explotación de las tierras. Creo que en el día de la fecha debemos además de descansar, reflexionar sobre estos sucesos y hacer notar la importancia que tuvo la Revolución en nuestra conformación como Estado Nacional.
Pasaré a hora a comentarles que la ideología dominante impone un modo de producción y precede de una mentalidad generada por un contexto histórico. Los acontecimientos nacionales siempre se ven plasmados y reflexionados en el arte y forman parte del contenido de la obra. La conquista dio como resultado una gran producción artística por parte del cine mexicano y la protección de todo el patrimonio Maya, Inca y Azteca.
Con respecto a la Revolución de Mayo, al cumplirse los primeros cien años, se tuvo la necesidad de plasmar los sucesos en las diversas manifestaciones artísticas.
Podría citar miles de cuadros, obras teatrales y música en relación a los hechos de la Semana de Mayo, pero decidí elegir dos. El más popular y aquella que hasta el día de hoy no conocía.
El cuadro del pintor chileno Pedro Subercaseaux “Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810” realizado en 1908 (la típica figurita de Billiken) refleja lo acontecido aquel día de mayo desde el punto de vista de un extranjero.
Por otro lado navegando por internet encontré una película muda titulada “La Revolución de Mayo” realizada en 1909 por el director Mario Gallo, un italiano pintoresco que había llegado a la Argentina en 1905. Era entonces director de coros de un elenco de operetas y no imaginaba que su vida tomaría nuevo giro debido al cine Él fue el primer realizador de ficción en la Argentina y su primera película fue “El fusilamiento de Dorrego”, (1909). Tras esta producción siguieron una serie de trabajos de carácter histórico como La “Revolución de Mayo” (1909), primer filme de ficción con actores profesionales estrenado en 1910, y “La Batalla de Maipú” (1912)
¿Qué sucederá para el bicentenario?

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